El pasado día, 5 de
Octubre celebramos el Día Internacional de vosotros, nuestros Mayores, y como
Centro, es nuestro objetivo homenajear este día y resaltar la importancia y el
valor que tenéis en nuestra sociedad y en nuestro día a día.
¿Quién no ha cuidado
de su pareja, un familiar o un nieto?¿quién no ayuda económicamente a un hijo?
¿Quién no ha tenido un hijo en su casa hasta que se ha emancipado? ¿Quién no ha
ayudado a algún vecino, colaborado en una asociación o aquí en vuestro Centro?
No existe sueldo que
pueda pagar vuestra labor y vuestra entrega incondicional hacia los demás. Sois
un ejemplo a seguir por todos nosotros.
La edad no tiene
límites y sois un ejemplo de ello. Vuestro entusiasmo y vitalidad en la zumba,
vuestra constancia y ganas de cuidaros físicamente en la gimnasia, el querer
aprender todo aquello que no pudisteis en su momento, el querer estar al día en
las nuevas tecnologías y el involucraros en los nuevos retos y actividades que
se plantean.
En la Sociedad actual
la atención y el cuidado hacia nuestros mayores es diferente a como era antes. Los
cambios en los tipos de unidades familiares, donde ya los mayores viven solos,
el mundo laboral, el cuidado de los hijos, etc., hace más difícil la atención a
nuestros mayores.
Debemos reflexionar
sobre aquellas situaciones que viven día a día. Ellos son nuestros pilares y
necesitan de ayuda y apoyo.
Se interpretaron tres
escenas cotidianas de nuestras vidas, que nos hicieron reflexionar y valorar
que la comunicación y la unión familiar es muy importante tanto de padres a
hijos como de hijos a padres.
Ellos y ellas, no son
actores profesionales, son profesionales de la vida, y qué mejor que ellos para
sentir e interpretar estas obras.
Su entusiasmo,
entrega y valor no tienen límites.
Y todo esto no
hubiera sido posible sin esa guía incondicional, joven pero llena de madurez,
responsable y con un don para llegar a las personas.
Un fuerte aplauso
para Tamar, Ángela, Nieves, Chanona, Bibiana, Carmen Rosa, Juana Rosa, Mª
Carmen Ramírez, Mª Carmen Alonso, José, Aurelio, Santiago y Monasterio.
En la primera obra,
titulada “Por qué a mi”, se refleja la vivencia de la enfermedad del alzheimer
en una familia, donde cada uno de sus miembros afronta esta situación de forma
diferente.
Posteriormente se
interpretó la obra “Mi ojito derecho”; cómo a pesar de estar en el siglo XXI,
las mujeres siguen teniendo la responsabilidad del cuidado de sus padres;
mientras los hombres siempre quedan en un segundo plano.
Por último, disfrutamos
de la obra “Padres e hijos”. Conocida es la situación que se vive en muchas
familias, donde el peso del cuidado de los nietos recae en los abuelos. Los abuelos
también tienen vida y tienen derecho a vivirla.
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